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viernes, 16 de abril de 2021

INVESTIGACIÓN: del grabado tradicional al grabado no tóxico y la revolución digital.

 

Tradicionalmente el grabado es la obra gráfica seriada original realizada en diversas técnicas como la serigrafíalitografía, xilografía, aguafuerte, aguatinta, linóleo, etc.


En la obra gráfica original, la edición es limitada y el artista firma y la numera, así su precio variará en función del artista, el número de ejemplares de la edición y la técnica utilizada. 

Las firmas del grabador y el artista figuran en la plancha así como los datos del editor. 

La diferencia entre la obra gráfica original y una reproducción es que, en este último caso se realiza una estampación fotomecánica sin que haya una intervención directa por parte del artista.


 Técnicas de grabado tradicional:


1_ Xilografía (grabado en relieve)

La matriz, generalmente de madera, está tallada en relieve mediante gubias y buriles de distintos tamaños. Etimológicamente el prefijo Xilo procede de la raíz griega xilon que significa madera, de modo que el término xilografía podría ser entendido como el arte de grabar en madera.

 

2_ Grabado (Huecograbado)

Sobre la superficie de una lámina de metal, generalmente de cobre o zinc, el grabador incide abriendo surcos (o tallas), tallando la matriz en un hueco. Existen diferentes variedades de grabado en función de los diferentes instrumentos que se utilicen para trazar los surcos, siendo las más representativas:

2.1_ Aguafuerte: Técnica de grabado que abarca varias fases. En la primera se cubre la plancha con barniz y sobre ella, el artista traza con una punta (instrumento similar a una aguja) o con un buril, las líneas de la composición en negativo. En la segunda, se introduce la plancha en aguafuerte (ácido nítrico rebajado con agua) que tiene la propiedad de morder la zona de la plancha no protegida. La tercera da paso a limpiar la plancha e introducir la tinta en los surcos. Finalmente, la cuarta es la impresión sobre el papel, quedando la tinta sobre él en relieve.


2.2_ Aguatinta: Variedad del grabado al aguafuerte utilizando polvo de resina, que al calor contrae, dejando poros sobre los que actúa el ácido. A la hora de la impresión no se debe presionar demasiado para que no desaparezca el graneado característico, que produce una ligera sensación de acuarelado.


2.3_ Grabado a buril: A diferencia de las dos técnicas anteriores, donde la plancha se cubre con barniz la talla de la matriz se realiza mediante un instrumento de acero cortado biselado o en punta llamado buril, directamente sobre la superficie del metal.

2.4_ Punta seca: La talla se realiza mediante un instrumento en forma de aguja más fina que el buril pero sin filo. A diferencia del buril, con este instrumento no se retiran las esquirlas de metal sino que se acumulan en los laterales del surco creando con ello unas líneas de aspecto aterciopelado.

2.5_ Talla dulce: Características de la estampa antigua de los siglos XVIII y XIX, resulta de la conjugación de dos técnicas. El aguafuerte y el buril. En aguafuerte se trazaban las líneas generales de la composición, los contornos de las figuras y los paisajes de fondo. Sobre estas líneas el burilista introducirá las colecciones de buriladas para crear sombras y conseguir efectos de volumen y profundidad.

 

3_ Litografía (Grabado plano)

El soporte sobre el que interviene el artista es una piedra calcárea, porosa, que tiene la capacidad de absorber tanto el agua como la grasa. Con un lápiz o tinta de composición grasa, el artista realiza un dibujo sobre piedra de tal forma que la tinta o el polvo del lápiz graso penetra en los poros de la piedra que coinciden con la piedra dibujada. Posteriormente, la zona dibujada se fija con una mezcla de ácido nítrico y goma arábiga.

Para estampar el dibujo de la piedra basta humedecer ésta y a continuación pasar un rodillo empapado en tinta grasa. La tinta sólo penetra en los poros ocupados por el dibujo. La estampación litográfica es plana ya se deposita en la superficie lisa de la piedra.

 

4_ Serigrafía

Mediante esta técnica, el artista interviene sobre una pantalla de seda, tejido sintético o malla metálica obturando ciertas zonas de la trama de tal forma que se crean zonas tapadas o de blanco junto con zonas abiertas o de imagen. Para estampar se esparce tinta líquida sobre la pantalla de tal forma que esta pasará al papel sólo por las zonas de imagen. Así la diferencia entre la serigrafía y otras técnicas es que en ellas la estampación se produce por presión mientras que en la serigrafía se produce por filtración.”

 

En 2013 se publicó “Copia versus original-múltiplesobre la relación dialógica en el arte gráfico reproducible, de Hortensia Mínguez García, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Chihuahua, México. Instituto de Arquitectura, Diseño y Arte. Departamento de Diseño, que recoge unos datos importantes:

 

“(…) en base a lo aprobado el 25 de octubre de 1991 por una comisión internacional a colación de la celebración del III Congreso de Venecia, se incorporaron al campo del grabado la fotocopia, el reporte fotográfico, grabado fotoquímico, la película lith y la manipulación de las imágenes realizadas a partir del ordenador, es decir la estampa digital.

 

El principio básico de esta aceptación era que dichos medios de expresión, compartían con el grabado tradicional la paradigmática paradoja de lo único y lo múltiple. Una obra digital, por ejemplo, compartía la misma idea de multiplicación a partir de una única matriz, pues aunque ésta no fuera una placa sino un archivo grabado dentro de una computadora u otro dispositivo de almacenaje, podíamos reproducir la imagen con una edición limitada a diferentes soportes y, en consecuencia, compartir el mismo sistema de numeración.

 

Finalmente, en 1996, el Conseil québécois de l’estampe reafirma la propuesta y acepta tres nuevas prácticas: el copygraphy, el arte impresión offset y lo digital, basándose en las justificaciones promulgadas en la bienal de 1991, y los II y III Symposiums internationaux d’offset d’art, celebrados respectivamente en Vila Praïa de Ancora, en Portugal en 1991, y en Trois-Rivières, en 1993.

 

(…) En dicho sentido, una obra gráfica es aquella en la que se vislumbra la armonía correlacionada entre la incuestionable particularidad idioléctica de los medios y las técnicas gráficas del grabado y los sistemas de estampación e impresión (tradicionales y nuevos), y la elección de tomar dicha poética como el medio de representación con el que expresar su visión del mundo. Siendo ésta original, si evidencia en cada uno de los pasos y elecciones dados por el autor, la voluntad creativa y su particular manera de concebir y llevar a cabo el proceso de creación aún y cuando se imbrique con otros medios o técnicas propiamente no afines al arte gráfico. (…) cabría hablar en términos de obra gráfica seriable, impresa o no impresa en lugar de obra gráfica original seriada e impresa, pues muchas de las aplicaciones actuales toman el concepto de seriar o imprimir como una opción a desbancar durante el proceso de creación de la obra, a la par que conciben a lo original, al proceso en sí mismo, a veces ni al resultado, y mucho menos a la matriz. El continuum cambio no debe entenderse como un fenómeno negativo, como en lo particular, que surja una nueva técnica o que algún artista realice obra gráfica difícilmente categorizable no tendría que ser un obstáculo. Si las definiciones actuales no cubren la praxis de nuestro presente es porque, dichas postulaciones poseen una deficiencia conceptual interna y por ello, fracasan. (…) si hoy proponemos que la denominación más acertada es la de obra gráfica seriable, (impresa o no impresa), ni siquiera significa que ésta sea la concluyente, sino un intento tentativo de entender el proceder y el entendimiento de los artistas en su constante diálogo con la sociedad y el mercado del arte.” (Arte, Individuo y Sociedad 2013, Hortensia Mínguez García Copia versus original-múltiple. Una relación dialógica en el arte gráfico reproducible, Mínguez García, H. (2013): Copia versus original-múltiple. Una relación dialógica en el arte gráfico reproducible. Arte, Individuo y Sociedad, 25(1) 77-93

 


En definitiva, se aceptó la evolución, como no podía ser de otra forma, y ya incluso podemos hablar de una prehistoria de la imagen digital. (Jordi Bielsa Mialet, 2010).

 


En la publicación “El taller profesional de gráfica. De las técnicas tradicionales a la impresión digital 3D”, José Manuel Ruiz Martín, 2017 nos explica:

El taller profesional de reproducción, ligado al campo artístico del grabado y la gráfica, ha sufrido una transformación convulsa durante los dos últimos siglos, especialmente desde que las tecno­logías digitales aparecieran. El grabado y sus técnicas derivadas ofrecieron una respuesta directa a las necesidades editoriales de varios siglos, permitiendo al artista gráfico desarrollar nuevos len­guajes y procesos que se transformaron con la aparición de la máquina automática. Primero, fue la fotocopiadora y su lenguaje electrográfico; después, los nuevos dispositivos digitales de registro e impresión. Con ello, el taller deviene laboratorio, un lugar dotado de nuevas tecnologías donde el artista experimenta nuevas posibilidades creativas. Así, el presente artículo plantea un recorrido his­tórico-conceptual no acometido hasta la fecha: la evolución y transformación del taller de reproduc­ción gráfica, lo que aporta una idea precisa del bagaje y las relaciones concretas entre lo analógico y lo digital en el terreno artístico de lo gráfico.” “En Occidente, hasta la aparición de las técnicas de fabricación de papel durante el Renacimiento, no existía ninguna manifestación gráfica fielmente repetible. A partir de este y hasta hace un siglo, las estampas resultantes de emplear las viejas técnicas calcográficas disponibles parecían cubrir la necesidad social de rodearse de las imágenes más icónicas, hasta que, años después, esta función fue asumida por otras técnicas como la fotografía. Desde un punto de vista funcional, no cabe duda de que el grabado y la estampa han constituido una de las herramientas más importantes para el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Puesto que, sin impresos gráficos el pensamiento moderno no sería posible. Tal como sostiene el famoso curator y especialista en arte gráfico del Museum Of Modern Art de Nueva York, William Ivins Jr., en su clásica obra Imagen impresa y conocimiento (1975).

Pero el aporte de los artistas pertenecientes a las vanguardias del siglo XX que, por un lado, hicieron un uso de la serigrafía y otras técnicas, cargado de una fuerte innovación en los lenguajes y en los procesos, unido a la transgresión conceptual. Mientras que, por otro lado, supuso el uso de la máquina automática (la fotocopiadora, principalmente) en el último cuarto del siglo XX. Además, con la incorporación de las tecnologías digitales y los nuevos dispositivos de registro e impresión, modificaron fuertemente tanto la práctica artís­tica gráfica como el laboratorio donde esta se concibe.” “Las nuevas impresoras 3D, los nuevos métodos productivos y las prácticas que a su alrededor se desarrollan –como los nuevos sistemas de registro-lectura y escritura (escáne­res e impresoras, principalmente)– suponen un cambio de paradigma absoluto (Ruiz, 2016). Esto viene dado, no solo por la transformación de las herramientas de producción, sino por el vuelco en los lenguajes y en las formas en las que se produce el arte, lo que, a su vez, modifica incontestablemente el taller-laboratorio aquí tratado:

Pronto estos instrumentos se harán tan ubicuos y tan fáciles de usar como las impre­soras de chorro de tinta ... Esto cambiará el mundo aún más rápido que el microprocesador hizo hace una generación. Ahora todos somos diseñadores. Es el momento para hacerse bien con ellos (Anderson, 2012, p. 59).”

 

“Todas estas nuevas posibilidades de impresión y creación han devenido en laborato­rios de fabricación digital desde que el cambio de siglo tuvo lugar. Hackerspaces, Makers­paces, FabLabs o TechShops, entre otros, son espacios dedicados a la fabricación digital experimental mediante el uso de nuevas tecnologías. Basados en el aprendizaje y en la experimentación, se han convertido en grandes redes de intercambio de conocimientos que comparten herramientas y procesos a modo de gran laboratorio a nivel mundial. Estos, sin duda, son laboratorios ligados a la cultura digital y a la idea del compartir conocimientos. En la mayoría de los casos, se usan software y hardware libre y desarrollan workshops donde capacitan a aquellos interesados en desarrollar sus propias tecnologías que, a su vez, pon­drán al servicio de sus trabajos y necesidades.”

 

“Hasta el descubrimiento de la fotografía, fueron las técnicas del grabado las que vinieron desarrollando multitud de procesos y sistemas que permitían obtener reproduc­ciones de originales, mediante la elaboración de una matriz sobre materiales de diversas características. Siempre en la búsqueda de los artistas por encontrar técnicas satisfactorias para realizar reproducciones. Pero, tanto el grabado, como la fotografía eran procedimien­tos costosos, lentos y de cierta complejidad, pues requerían unos conocimientos técnicos amplios. En el caso excepcional de la fotografía, un proceso de revelado muy dilatado y de gran intermediación, además de un soporte de naturaleza química tan inestable como difícil de almacenar. Por lo que, la aparición de la máquina xerográfica (fotocopiadora) facilitó extre­madamente el proceso de copiado de imágenes y documentos, convirtiéndose en un dispo­sitivo de gran importancia que influyó notablemente en la progresiva transformación del taller.


Los lenguajes artísticos del grabado, de gran calado y rentabilidad en el mercado del arte, dieron un vuelco absoluto en la vanguardia artística con el uso de los medios automáticos. Aún más, si cabe, con las impresoras de inyección de tinta de medio y gran formato –que coparon la producción gráfica desde principios de siglo XX– y con los escá­neres e impresoras 3D en la actualidad. El artista que se sitúa a la vanguardia de la gráfica hoy –entendida de forma más expandida gracias a las nuevas tecnologías y a la mixtura de medios y lenguajes– ya no es heredero de los imaginarios desarrollados por los grandes maestros grabadores de los siglos anteriores. La cultura digital impone sus propios presu­puestos: inmediatez, comunicación bidireccional, participación, hiperconectividad, liquidez, interactividad, entre otros. Lo que está provocando una radical bifurcación de las estéticas, una singularidad formal y procesual alejada de la tradición, tal y como queda demostrado en los ejemplos propuestos anteriormente.


Evidentemente, al margen de la técnica, debe situarse siempre la hoja de ruta marca­da por el artista. El campo del grabado ha estado alimentado por una defensa de la técnica que ha trascendido lo artístico. Actualmente, con la gráfica digital y la estandarización de sus procesos, este hecho sigue ocurriendo. Aquellos artistas que se han trasladado desde lo analógico a lo digital, en muchas ocasiones, solo ven oportunidades reproductivas. El campo del arte gráfico digital, como un campo expandido y al igual que el de cualquier otro lenguaje, requiere de propuestas que apuesten por nuevos mundos, por nuevos imagina­rios, que superen la repetición (reproducción) de iconografías anteriores.


La obra de arte gráfico de la primera mitad del siglo XXI, como disposición concep­tual, parece estar, indisolublemente, ligada a la conectividad y al continuo diálogo con la red. Entonces, podemos afirmar que a partir del impacto de la cibersociedad y la cultura digital se está generando un tiempo nuevo, relativo al arte y a su espacio de producción, visibilizado en la mayoría de nuevos laboratorios de fabricación digital. No cabe duda que lo encabezan las redes son las nuevas formas de registro, la ecología de la imagen, el remix, las prácticas participativas, la read & write culture, los recursos libres y abiertos, Creative Commons, las cartografías generadas por el tráfico virtual, los bits y los átomos de la nueva revolución industrial, el input-output en continua retroalimentación o el alone-together como la nueva dimensión relacional y cultural del ser humano.”

 

Pero hay un inconveniente, o varios, con los grabados tradicionales: perjudican la salud y el medio ambiente. 


Lo explica en “UN TALLER DE GRABADO SOSTENIBLE: MATERIALES MENOS TÓXICOS Y MINIMIZACIÓN DE RESIDUOS”, FIGUERAS FERRER, Eva. Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona. Octubre 2008. Lo podemos ver en el siguiente enlace:

http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/5041/1/Un%20taller%20de%20grabado%20sostenible.pdf

 

“El mundo del grabado tradicionalmente ha experimentado innumerables técnicas y materiales para lograr los efectos pictóricos más sorprendentes. Hoy en día existen un gran número de técnicas muy extendidas, sin embargo, recientemente han aflorado interrogantes y reflexiones acerca de los efectos perjudiciales para el medio ambiente y la salud del artista en el uso de las técnicas tradicionales de grabado.

 

A raíz de éstas cuestiones y gracias a las aportaciones y estudios realizados en diferentes lugares de Europa y EEUU por Keith Howard, Henrik Boegth o Freidhard Keikeben, entre otros, se ha dado un paso adelante en los procedimientos y los materiales y recursos utilizados en el grabado y su implicación en la salud y el medio ambiente.” (Juan Lara, 2006).

 

En el siguiente enlace podemos acceder a la explicación que nos da Juan Lara:


  http://www.navedelarte.com/estilos/Grabado%20No%20Toxico.htm

 

Muy interesante también es “La realización de grabados mediante técnicas digitales y carvado con láser. Técnica de Grabado en linóleo con utilización de Snapmaker”, de Jesús Algovi González Villegas, Universidad de Sevilla, que nos lleva a:


“la impresión en 3D, grabado con láser y el grabado con dremel (que al insertar una broca apropiada, la herramienta puede realizar taladrado, corte, tallado y grabado).” Podemos acceder a esta información en el siguiente enlace:


https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/106200/Realizaci%C3%B3n%20de%20grabados.pdf?sequence=1&isAllowed=y


Y llegamos a “La siligrafía. Un proceso alternativo en la gráfica múltiple contemporánea”, Hortensia Mínguez García, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y Carles Méndez Llopis, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, que nos explica:


  “Cada individuo debe cambiar sus hábitos, su forma de vida, y debería aportar desde su medio soluciones viables. La actitud ecológica dentro de las corrientes del Grabado No Tóxico no pasa solamente por usar papel reciclado: se pretende dar soluciones a la manipulación de productos químicos, como solventes, ácidos, ya que éstos pueden producir consecuencias tóxicas y nocivas para la salud. Se buscan alternativas para desarrollar prácticas más seguras de una disciplina tan extensamente usada, con la intención de transformar conductas artísticas que hasta el momento no se han modificado.”

 

Así es cómo se ha producido entre los artistas desde comienzos del siglo XXI una preocupación por el medio ambiente, comenzándose a investigar y crear grabados no tóxicos para el artista ni contaminantes. Las diferentes técnicas del grabado (tradicional y digital) tienen en común la obtención de una serie limitada es decir, un número determinado y finito de ejemplares, es lo que se conoce por tirada

 

Lo importante es el proceso de crear el grabado.

 

Hay empresas gráficas especializadas que han colaborado con los artistas en la producción de obra gráfica seriada. En el siguiente enlace podemos ver un ejemplo:


http://arte-contemporaneo.es/es/obra-grafica-original/

 

Esta tendencia del grabado no tóxico, la explicó Pablo Delfini, que durante el confinamiento en 2020 realizó un taller por zoom sobre grabado menos tóxico. Su explicación sobre lo que es y representan los grabados y cómo realizarlos de forma menos tóxica podemos verla en los videos grabados por el artista, facilito el enlace porque los considera muy interesantes e intentaremos en este Proyecto expositivo realizar actividades didácticas de grabado no tóxico:


  https://youtu.be/wJ195GeAz9A


https://youtu.be/jtW1aM3LZDg

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